Diario de Ibiza, Miércoles, 30 de septiembre de 1998, página 2

Mariano Planells

Arte en otoño

    Quizás haya sido un retraso afortunado el de la feria Art Ibiza, pues la lluvia de pinturas, de galerías, de visitantes, parece tomar un mejor tono en la entrada de este otoño. 
    Ya no tiene nada que hacer la Ibiza del arte, de la literatura, enfrentados con el hooliganismo y la pastilla. Éxtasis, velocidad, disco y sexo es un anagrama grabado en lo más profundo de las conciencias europeas, mientras por aquí abajo el PP todavía sigue pensando que en los bajos fondos o subsuelo de Ibiza encontraremos oro, uranio o minas de plata. Si no, no se entiende esta furia para escarbar en los bancales arenosos marinos ni esta histeria por permitir la construcción de nuevas, de miles de plazas. 
    Poco pueden hacer los festivales de cine, de literatura, o las ferias artísticas frente a este orgasmo de hormigón, ante el apastillamiento de nuestro urbanismo. Todo está patas arriba en este solar de granujientas juveniles que recorren las carreteras como loquillas en busca de un after-hours. 
    Poco tienen que hacer las letras, las filosofías ante el desbocamiento de las yeguas, la proliferación de asnos y el renacer de la barbarie vándala. 
    Arrecogíos en la feria de Rosa Hispán / Virginia Ruiz, Alhadros, en la Art Ibiza, se encuentra uno al menos con la mirada textil, un poco desconcertada, de artistas como Carles Guasch, Pedro Hormigo, Buades, María Catalán, Joan BeLmar o Tur Costa. Lula Martins no pierde el buen humor, ni Janette, Libro Azul, una novillera que está descubriendo que es más difícil vérselas con los artistas que con las vaquillas. 
    Pero Elena Marí me pregunta si debe seguir pintando. Ya sabe ella que sí. José Miguel Pardo me riñe por no haberle incluido en los Años 60. Debería estar. Está, menos mal, Pilar Villangómez, que debería estar en todas panes, pintar y pintar sin manías, sin tregua. 
    Descubro las pinturas de Julio Bauzá y Kinoto (el lobby de Sant Rafel) así como la densa e interesante colección de la galería es Molí, con un Karel Appel, Poliakoff y varios Monreal o Villanueva. O con Fulljames, Kügler, Taybr. Importante ya la labor (¿2O años?) de Vetik y de Joel. 
    Marta Torres sigue apostando por la figuración, y hay donde elegir: Cora, Adolfo Aymat, Daniel Benlloch y la misma pintora Marta Torres. 
    Esta lluvia de arte, de artistas, ha compensado, al menos, la abrasiva locura del verano, que se hace ya insoportable.

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