Esta copia, construida en madera y cartón, supera las dimensiones del original: nada menos que seis metros de alto, a pesar de que su figura es un poco más «estilizada» debido a razones de logística. En su interior tampoco falta la carabela que adorna el monumento de Sant Antoni. Para su construcción, los dos artistas han invertido más de dos semanas, sin contar todo el tiempo que les ha llevado proyectar sobre papel esta inmensa falla que con dificultad cabe en el taller de Sant Rafel de Julio Bauzá; de hecho, la parte superior del huevo se tendrá que colocar una vez que la obra esté en el exterior. «Cuando estábamos haciendo la estructura no nos parecía tan grande, pero cuando la levantamos nos quedamos asombrados», explica Hormigo. La «plantà» -el momento en el que la falla se coloca en su ubicación, en este caso la calle Sant Rafel- se efectuará el próximo día 23 de este mes. 
  

Más alta que el originalLa falla que han construido los artistas Pedro Hormigo y Julio Bauzá alcanza los seis metros de altura, un poco más que la esculturá original, situada en la entrada de Sant Antoni. Las dimensiones de esta obra han planteado no pocos problemas a sus creadores, que se han visto obligados a cortar la parte superior para poder trabajar en el taller; una vez salga al exterior, se colocará de nuevo esa parte de la cáscara.

O. Ribas

Fotos: Germán G. Lama
 

La falla se pondrá en la calle Sant Rafel, si sl consistorio accede